27 de septiembre, Día Mundial del Turismo.

El ser humano desde sus inicios, ha tenido la curiosidad de saber qué existe más allá de sus límites territoriales; por lo tanto, ha conquistado, invadido o viajado a tierras desconocidas en donde ha podido encontrarse con un intercambio cultural muy diverso al de su génesis. De cierta manera, el turismo tuvo su origen en esos viajeros que se aventuraron a tierras ajenas y comenzaron a describir paisajes, gente, costumbres y edificios. Gracias a sus diarios, hoy en día se puede tener información del pasado de muchos sitios alrededor del mundo.

Cautrociénegas, Coahuila. Foto: Diana Angel.

El fenómeno del turismo en la actualidad es una de las manifestaciones económicas más importantes en muchos países, en especial de aquellos en vías de desarrollo, lo cual conlleva a preguntarse ¿qué tan benéfico puede llegar a ser en aspectos de la vida social y cultural de los residentes de éstos sitios?

Muchos estudiosos aseguran que se recrea un hábitat imaginario pues se accede a facilidades y comodidades superiores a las que se tienen en el entorno cotidiano; otros, por el contrario, defienden la actividad turística con el argumento de que si se aprovecha el ecosistema cultural como alternativa de desarrollo local, puede beneficiar tanto a la sociedad circundante como a los emporios turísticos.

Arquitectura barroca, San Miguel de Allende, Guanajuato. Foto: Diana Angel

Sucede a veces también que, los residentes, queriendo aprovechar la derrama económica que producen los viajeros, cometen errores de planeación y política, provocando la destrucción de su ciudad, rompiendo así el imaginario de autenticidad pues lo que realmente valoriza un turista es la legitimidad de sus calles y casas, no una ciudad que ejemplifique la cultura de la cual proviene.

Siendo esta, una actividad económica que genera recursos humanos, políticos y sociales, habría que establecer los lineamientos pertinentes para una operación eficiente y sustentable.

El término sustentabilidad, más allá de ser un tema ambientalista, es un tópico de reflexión que será el punto nodal del cuál, se desprenderán políticas, normas y procesos para hacer de esta actividad, una forma equitativa de repartición de las tareas y compromisos de cada uno de los actores sociales que de él se desprenden, siendo así, una forma de convivencia social.

Tulum. Foto: Diana Angel

Hoy que el mundo celebra a la actividad turística, tomemos conciencia del impacto y las decisiones que se forman para el beneficio del territorio donde se practica, generando una participación equitativa para lograr de ésta, una de las actividades más productivas y equitativas a nivel internacional.

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NOTA: Muchas gracias por respetar la propiedad intelectual, no reproduciendo ni mutilando el material fotográfico y escrito aquí mostrado.