Hablemos de patrimonio cultural y turismo.

Empezamos por patrimonio...

Proveniente del latín, la palabra patrimonium o patrimonio, se refiere al conjunto de bienes que pertenecen a una persona, ya sea de manera natural o jurídica aunque también hace una acepción vinculada al concepto de herencia.

En términos de colectividad, el concepto se dificulta pues el patrimonio no sólo forma parte de un ente sino de toda la humanidad; aunado a esto, existen factores tales como el entorno natural, físico e histórico, que influyen en la identidad que los individuos puedan tener de manera directa con el mismo, y si se agrega que éste es un activo valioso que transcurre del pasado al futuro en relación a las distintas generaciones, entonces se puede hablar de una herencia cultural producto de bienes culturales adquiridos.

Parroquia de San Miguel Arcángel, San Miguel de Allende, Gto.

El término cultura proviene del latín cultus y hace referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre. Conceptualizar la palabra cultura es insertar una limitante debido a que ésta es conformada por un conjunto de ideas, acciones y símbolos mismos que determinan un dinamismo gracias al factor tiempo el cual no genera estática pues, cuando se declara inmóvil, tiende a desaparecer.

José Luis Mariscal Orozco (2010). en el documento "Emergencia de la formación universitaria en gestión cultural: conceptos, modelos y retos". Coloquio de promoción cultural. Universidad del Claustro de Sor Juana; propone una óptica cultural basada desde los siguientes cinco aspectos:

 1.- La cultura como un elemento de refinamiento social accesible sólo a ciertos grupos sociales.
 2.- La cultura como un repertorio de manifestaciones socialmente construido y de valor patrimonial.
 3.- La cultura como mercancías cuyos contenidos simbólicos y/o materiales hacen referencia a manifestaciones de grupos o movimientos sociales concretos.
 4.- La cultura como una dimensión estratégica para el desarrollo de las naciones.
 5.- La cultura como sistema simbólico de prácticas y sentidos construidos social e históricamente.

Ciertamente la óptica del concepto por sí sólo hace pensar en la división social que puede provocar en diversos estratos de la sociedad pues mientras algunos consideran "culto" a una persona que visita museos, asiste a conciertos de música clásica y  lee libros; no lo es por otros un individuo que manifiesta su punto de vista en un colectivo o que se reúne para jugar fútbol.

 ¿Y si le agregamos cultural?

Si bien no existe como tal una etapa específica en donde el concepto de patrimonio se emplea como se conoce en la actualidad, si se tienen antecedentes de las primeras instituciones a nivel internacional que han tomado conciencia en el tema, sobretodo ante la presencia de desastres provocados por las guerras en todo el mundo y las consecuencias que provocaron la necesidad de conservar y revalorizar el patrimonio histórico cultural.

Uno de los grandes avances en materia de conservación del patrimonio cultural se dio al nacer la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), ya que en el año de su fundación, es decir, 1946, se creó en París el Congreso Internacional de Museos (ICOM) como organización profesional no gubernamental de los museos, basado en comités nacionales. Su misión es contribuir a mejorar la conservación del patrimonio mundial, formar técnicos y proporcionar servicios de conservación a los países más necesitados. Entre sus funciones se encuentran la promoción y creación de comités específicos de estudio y discusión de alto nivel para encontrar soluciones a los problemas que afectan la conservación y difusión del patrimonio en el mundo; también apoya en la publicación y asesoramiento de políticas patrimoniales a la propia UNESCO.

Años mas tarde, en 1965, surgió el ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Lugares Históricos), destinado a velar por los monumentos  y los lugares o sitios históricos y,  en 1984, el ICOMOS creó el ICAHM ( Comité Internacional para la Gestión del Patrimonio Arqueológico) cuyo objetivo es  atender  las nuevas demandas de gestión del patrimonio arqueológico.

Uno de los pilares del ICOMOS es la adopción de la Carta de Venecia redactada en 1964, la cual habla acerca de la conservación y la restauración de monumentos y parajes que reforzará los criterios asumidos en Atenas en 1931. Aparecerá la noción de entorno en el doble sentido de entorno como monumento y entorno como elemento necesario de contextualización de un bien cultural. (Hernández y Tesseras, 2008).

México, que ingresó en la UNESCO el 4 de noviembre de 1946, acoge desde 1967 una oficina nacional de la Organización. Orgullosamente entre 1948 y 1952, el ilustre político y poeta mexicano Jaime Torres Bodet (1902-1974) fue el segundo Director General de dicha institución. En 1982 se llevó cabo en la Ciudad de México la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y en ella se sentaron las bases para una mira alternativa de la cultura, vista como base de la identidad y el desarrollo social. (UNESCO, 2011).

En el campo del Patrimonio Cultural, la relación entre México y la UNESCO se ratificó con la Convención del Patrimonio Mundial, Natural y Cultural efectuada en 1984 y desde entonces nuestro país ha sido inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial[1], teniendo a la fecha 31 sitios inscritos (Brasilia, 31 julio 2010), posicionándolo como el país con mayor número de sitios inscritos en América Latina. De estos 31 sitios 4 son bienes naturales y 27 son bienes culturales, colocándolo en el listado como el 5o. país a nivel mundial con más reconocimientos en el mismo, estando por detrás de Italia (44), España (41), China (40), Francia (35) y Alemania (33). (UNESCO, 2011).

La oficina de la UNESCO en México refiere que, en la actualidad la Lista de Patrimonio Mundial, a partir de junio de 2010, cuenta con 911 sitios inscritos, de los cuales 704 son bienes culturales, 180 bienes naturales y 27 bienes mixtos, situados en 187 Estados Partes.[3]

Según el Atlas de Infraestructura y patrimonio cultural de México 2010, publicado por CONACULTA, el primer sitio mexicano que se inscribió en la Lista del Patrimonio mundial fue el conjunto de cuevas con Pinturas rupestres en la Sierra de San francisco, de Baja California Sur. Más tarde, agrega, las ciudades antiguas de Teotihuacan, Palenque, Monte Albán, El Tajín; Paquimé, Calakmul y Chichén Itzá; del periodo virreinal se incluirían el Camino Real de Tierra Adentro: Querétaro, Guanajuato y Zacatecas; Campeche y Tlacotalpan; Puebla, Morelia y Oaxaca, así como la ciudad de México, junto con la Zona Chinampera de Xochimilco. Dentro de la categoría de monumentos históricos, se encuentran inscritos los más notables ejemplos de arte sacro de México: los primeros 14 monasterios ubicados en las faldas del Popocatépetl, al sureste de la Ciudad de México, construidos en el siglo XVI, además de las 5 misiones franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro, construidas en el siglo XVII.

Y para concluir: turismo.

La palabra turismo se deriva del latín tornus (torno) y tornare (redondear, tornear, girar), y el sufijo ismo se refiere a la acción que realiza un grupo de personas, por lo que etimológicamente puede definirse como las personas que viajan con la intención de regresar a su domicilio habitual. 

La Organización Mundial de Turismo (OMT), en 1994, define el concepto de turismo como, “el conjunto de actividades que realizan las personas durante sus viajes a lugares distintos de su contexto habitual, por un período inferior a un año, con propósitos de ocio, negocios y otros motivos”.

Sin embargo ésta definición ha sido muy controversial pues no considera como turismo a las actividades realizadas en períodos inferiores a un día como es el caso de las excursiones y paseos menores a las 24 horas.

Oscar de la Torre Padilla amplió la definición anterior y conceptualizó al turismo como “un fenómeno social que consiste en el desplazamiento voluntario y temporal de individuos o grupos de personas que, fundamentalmente con motivo de recreación, descanso, cultura o salud, se trasladan de su lugar de residencia habitual a otro, en el que no ejercen ninguna actividad lucrativa ni remunerada, generando múltiples interrelaciones de importancia económica y cultural”[4]

En suma, se puede resumir al turismo como un fenómeno social de gran importancia económica que implica el desplazamiento voluntario y temporal de uno o más individuos hacia un lugar distinto al de su residencia por motivos de recreación, negocios, descanso, cultura o salud, en el cual no se ejerce ninguna actividad lucrativa ni remunerada, y que es acompañado de diversos servicios e infraestructura que le dan un valor agregado a la experiencia de viaje.

[1] La Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, es un legado de monumentos y sitios de una riqueza natural y cultural que pertenece a toda la humanidad, los sitios del patrimonio mundial, así como los monumentos, cumplen una función de hitos en el planeta.

[3] Los Estados Partes son paises que se han adherido a la Convención de Patrimonio Mundial. Éstos, acuerdan identificar y nominar propiedades en su territorio nacional para ser considerados en la inscripción de la Lista de Patrimonio Mundial. Cuando un Estado Parte nomina una propiedad, debe especificar la forma en la cual esta debe ser protegida para lo cual, propone un plan de gestion para su preservación. Los Estados Partes también deben proteger  los valores del patrimonio mundial de las propiedades inscritas y son alentados a reportar periódicamente acerca de su condición.

[4] Extraído de http://www.diputados.gob.mx/cesop/Comisiones/d_turismo.htm#_ftn4