Por: Diana Angel y Mauricio Arcila Cierto día de noviembre de 2012, tuve la oportunidad de asistir a la inauguración de un evento turístico en un majestuoso hotel de la Ciudad de México. El sitio era de un lujo tal, que me sentí bastante privilegiada de estar ahí: una arquitectura pensada en la usanza de los hermosos y suntuosos edificios de Europa, piso de mármol y algunos espacios alfombrados. La vista era fascinante: había algunos cristales enormes que dejaban ver hacia Paseo de la Reforma. Desde ahí, pude apreciar la cercanía con el Bosque de Chapultepec revestido por el manto nocturno que nos acompañaba esa velada. Fotografía de: para-viajar.com ¡Qué decir del vino y de los canapés servidos después de la ceremonia inaugural!…. Fotografia de: gastronomicagonmar.mex.tl Me encontraba muy feliz disfrutando de las delicias gastronómicas de aquel lugar, cuando se acercó un hombre quien de manera muy amable me saludó y llamó por mi nombre. Eso me extrañó un poco, pues si
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